Dos argentinos en Berlin coinciden en una reunión: Ella le cuenta una parte de sụ historia y él intuye que ahị hay un libro. Ese es el libro que ahora tenés en las manos. Heavy es un raro artefacto narrativo, producto de conversaciones grabadas entre Ariel Magnus y Agustina Schuster, que termina delineando una crónica, un perfil, un coliage. Todo 1o que se cuenta aquí es "heavy"; un derrotero de abusos y vio-lencia, pero ella lo dice con humor, como si hubiera entendido que esa es la manera de darle batalla a la tragedia."No va a llorar frente a mí, al contrario, me va a hacer reir", escribe Magnus, y es como si esa carcajada se pudiera escuchar.
Heavy es el resultado del encuentro de dos sociópatas sueltos, que en vez de salir a matar, se encierran a contar, escribir y desgrabar todo tipo de secretos de familia. Los síntomas de estar frente a una obra son siempre inequívocos: los personajes -el abuelo pegando tiros a las palomas, esa madre, ese padre sexópata, esos policías de serie clase B- están vivos. El texto nunca va por donde tiene que ir, siempre encuentra un atajo, siempre se instala en el intersticio entre lo decible y lo indecible. La lengua no es oral pero tampoco escrita. La alianza entre Ariel Magnus y Agustina Schuster es la de dos criminales, ella canta, el escribe, él la hace hablar, ella confie sa. Agustina dijo que quería hacer este libro para sacarse de encima los recuerdos. Siempre es así; se escribe para deshacerse de la propia vida; igual que se haría con un cadáver. Lean Heavy». -Ariana Harwicz